El condicionamiento operante de Skinner

 El Condicionamiento Operante de Skinner en la Educación Infantil


¿Quién fue Skinner? 
Para saber de donde surge la teoría del condicionamiento operante, primero es necesario indagar en la vida de su creador, Burrhus Frederic Skinner. 


Por lo tanto, el destacado psicólogo Skinner, desarrolló la teoría del condicionamiento operante, pero, ¿en qué consistía esta teoría? En términos sencillos se trata de cómo las acciones de una persona están condicionadas por las consecuencias que sigan a dichas acciones. Skinner propuso que los comportamientos seguidos por refuerzos positivismo o negativos tienden a repetirse, mientras que aquellos seguidos por castigos (tanto positivos negativos como positivos) tienden a disminuir. Pues bien, ¿qué es todos esto de los refuerzo y castigos positivos y negativos? 


Es importante tener en cuenta que los castigos reducen la probabilidad de que una acción se repita y que los refuerzos aumentan la probabilidad de que una acción se repita. 


Aplicación en Educación Infantil: 
¿Cómo podemos aplicar esto a la Educación Infantil? ¿Es siquiera recomendable hacerlo? 

El refuerzo positivo puede ser una herramienta valiosa. Al elogiar y recompensar el comportamiento deseado, ya sea compartir juguetes o participar en actividades, estamos aplicando principios del condicionamiento operante para fortalecer esas conductas positivas. Además, elementos como las pegatinas, los elogios verbales y algunos privilegios puntuales se convierten en aliados esenciales a la horas de motivar a los niños. 

Skinner también dejo claro que el castigo severo puede tener efectos no deseados. La Educación Infantil debe esforzarse en tener enfoques que enseñan y refuerzan las conductas adecuadas, en vez de centrarse en sanciones drásticas. 

Críticas: 
A pesar de la gran influencia de la teoría de Skinner en el mundo de la pedagogía, también ha recibido ciertas criticas, que como futuros educadores, es imprescindible tener en cuenta. 

La mayor crítica que se me viene a la cabeza al pensar en esta teoría, sin duda sería la poca atención que presta a variables internas de la persona. Es decir, simplemente “acostumbrar” al individuo a hacer o no hacer algo según reciba castigos o recompensas, es apenas mirar en el iceberg del aprendizaje. En mi opinión, los niños deben aprender el porqué lo que hacen está bien o mal y que progresivamente vaya saliendo de ellos mismos el hacer las cosas correctamente y para eso estamos los profesores, para hacerles distinguir lo que está bien de lo que no. 

Conclusiones: 
Mirando hacía atrás, el conductismo ha influido en enfoques pedagógicos pasados. En décadas anteriores, el sistema de recompensas y castigos se aplicaba de manera más rígida. Sin embargo, la evolución en la comprensión de la psicología infantil nos ha llevado a enfoques más equilibrados y centrados en el bienestar del niño. 
Me parece que los refuerzos pueden ser una gran aliada de la educación, siempre y cuando no se abuse de ellos y vayan acompañados de una explicación a los niños del porqué de estos.  




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